
“El invitado” (ver tráiler) es un thriller de acción con Denzel Washington (“El libro de Eli”, “Imparable”) y Ryan Reynolds (“Green Lantern [Linterna Verde]“, “El cambiazo”) como protagonistas, un duelo que parte de una trama ya conocida —el depredador y la presa, forzados a la colaboración para sobrevivir a un acoso y derribo— que se desarrolla en un contexto no tan frecuente en el género como es Ciudad del Cabo. La ciudad sudafricana es el escenario de esta película que dirige el sueco Daniel Espinosa, su cuarto largometraje —primero de producción estadounidense— después de “Dinero fácil” (2010), “Uden for kærligheden” (2007) y “Babylonsjukan” (2004). Se trata de un director que se dice procedente del arte y ensayo europeo y que busca con este trabajo un cambio en su trayectoria: «Dirigir “Dinero fácil” fue todo un reto. Quería ver la forma en que mi interés por los personajes y la trama encajaría en una película con mucho ritmo. Por eso buscaba algo con un viaje arquetípico y también con mucha acción», explica Espinosa.

Con Washington y Reynolds como estrellas destacadas, el reparto de “El invitado” se completa con las presencias nada segundonas de Brendan Gleeson (la saga “Harry Potter”, “Albert Nobbs”), Vera Farmiga (“Up in the air”, “Código fuente”), Robert Patrick (“Un puente hacia Terabithia”, “Los hombres que miraban fijamente a las cabras”) o Sam Shepard (“Caza a la espía [Fair game]“, “Blackthorn [Sin destino]“). La cinta parte de un guion de David Guggenheim, un periodista de la revista US Weekly: «Llevaba doce años escribiendo guiones. Se habían interesado por varios, pero siempre pasaba algo que impedía la venta. “El invitado” fue el primero que vendí, y pasé directamente de la redacción de la revista al rodaje de la película en un año», dice Guggenheim. Eso sí, el texto original situaba la acción en Río de Janeiro, pero a sugerencia del director y del productor Scott Stuber se trasladó la acción a Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Así, parte de la producción se desarrolló en la ciudad africana, rodando en emplazamientos del extrarradio de Ciudad del Cabo, en el barrio de Langa o el estadio Green Point, una de las sedes del Mundial de 2010.

Junto al paisaje sudafricano, los otros componentes que definen visualmente la película son la fotografía de Oliver Wood, —colaborador habitual del director Paul Greengrass— y una paleta de colores muy intensa que apuntala la estética de Ciudad del Cabo en la pantalla. El gusto por el detalle de Espinosa, además, llevó a poner el máximo cuidado en cada aspecto de la acción que transcurre en la trama, desde el diseño de las persecuciones coordinadas por Greg Powell a la supervisión por parte de un asesor especial y ex agente de la CIA que estaba presente en el plató.
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